Hipertextualidad: La Ilíada, de Homero vs Homero, La Ilíada, de Alessandro Baricco.
By MTG - marzo 23, 2018
A
continuación, se establecerá una relación entre La Ilíada, de Homero,
concibiendo a esta como un hipotexto, con Homero, Ilíada de Alessandro Bariccó,
siendo esta obra una de las tantas que conforman hipertextos del libro
original. Como primer punto, delimitemos los argumentos de ambos:
La Ilíada,
Homero:

Homero,
Ilíada.
Alessandro Bariccó sigue
la línea estructurada por Homero y canta los últimos 51 días de la Guerra de
Troya que llevó a su conquista y destrucción, logrando tejer, así como en la
obra original, una red de ira, ambición, astucia, venganza y piedad dentro del
campo de batalla, que habla de lo que íntimamente nos concierne. Sin embargo,
el italiano relee y reescribe la Ilíada para contemplar un nuevo enfoque, pues
trae a primer plano las 21 voces de los personajes (incluyendo a Demódoco, un
personaje nuevo que narra el fin de Troya, luego de vivir La Odisea y La
Eneida), dejando de lado el papel de los dioses para relatar, con una voz
cercana, la gran guerra y la gran aventura ya conocida, que va desde el regreso
de Criseida, narrado por ella, hasta el entierro de Héctor, visto con ojos y
sentimientos propios, alejados de los caprichos de Zeus y marcados por la naturaleza
humana, desde la subjetividad, hasta llegar al conocido episodio del caballo de
Troya.
Dicho esto,
entendemos que:
a)
La Ilíada, Homero: Hipotexto. Texto imitado.
b)
Homero, Ilíada: Hipertexto. Texto imitador.
Como puede
notarse, La Ilíada, de acuerdo con Genette, sufre una transformación simple o
directa en Ilíada, Homero de Alessandro Baricco. En esta, el escritor mantiene
la trama, el espacio y los personajes ya planteados y los traslada a un nuevo
estilo subjetivo. Así, puede verse que el hipertexto parte de una base ya
construida para darle un nuevo enfoque moderno, haciendo hincapié en el modo de
narrar los acontecimientos.
Ahora bien, es
conocido que La Ilíada ha sufrido innumerables traducciones, adaptaciones e
interpretaciones. Sin embargo, sigue siendo un texto canónico y temido por
muchos que Baricco se atrevió a modificar y, como explica en el prefacio de su
libro, con el único fin de hacer ciertos cambios que consideró necesarios,
tomando en cuenta el avance del mundo y con el objetivo de poder narrarlo ante
un número de espectadores. En primer lugar, realizó una serie de cortes para
quitar todas las repeticiones que hay en el hipotexto La Ilíada, de Homero,
intentando aligerarla un poco. No resume, ni quita cuestiones importantes, sino
que crea secuencias más concisas, utilizando las secciones originales del poema
épico. En pocas palabras, construye con “ladrillos homéricos” una nueva pared.
Además, quitó
todas las apariciones de los dioses, dejando de lado todas las intervenciones
mitológicas que sancionan a los mortales. Argumenta que dichas partes están
ajenas a la sensibilidad moderna y rompen los paradigmas que hoy en día se
manejan, considerando que ya no son necesarias. Entonces, podemos entender que,
detrás del gesto del Dios en el texto homérico, hay siempre una acción humana que
derrumba el gesto divino. Si hacemos una revisión a fondo, La Ilíada muestra
siempre una búsqueda de la lógica teniendo al hombre en un primer plano. Por
ende, si se eliminan los caprichos de Zeus, Afrodita, Atenea y un largo
etcétera, nos queda una historia cargada de humanidad, en la que los hombres
viven su propio destino, según las consecuencias de sus actos. El hecho de
suprimir a los dioses del texto base es un mecanismo óptico para traer a la
historia a la contemporaneidad en un mundo, como el nuestro, abandonado por la
presencia divina.
Uno de los
cambios más importantes que permiten delimitar a Homero, Ilíada como un
hipertexto de La Ilíada, de Homero (y que no sea un intertexto) es el cambio
fundamental del estilo. Alejado de la jerga en verso que manejó Homero y que ha
ido evolucionando en las traducciones que se han ido haciendo, Baricco utiliza
un estilo poco arcaico, fresco y natural, “cantándolo con la música que es
nuestra” (Baricco, p. 6). Además, lo hace en primera persona, superando el
narrador externo homérico y, sobretodo, manteniendo su objetivo inicial que es
narrar la obra a un público, para el que puede ser más fácil apoyarse en una
primera persona.
También es
cierto que realizó adiciones al texto, marcadas en letra cursiva en el texto
impreso, para recalcar que son ideas suyas. A modo de intervenciones, añade
ciertos detalles mínimos que consideraba que Homero había dejado por fuera. El
ejemplo más evidente se encuentra en el último capítulo, que es un monólogo
encabezado por Demódoco, un personaje de autoría propia que, tras recorrer toda
la historia de la Ilíada y parte de la Odisea, narra la caída de Troya. Como es
sabido, el texto original acaba con la muerte de Héctor y un final más o menos
parecido. Sin embargo, el escritor italiano toma a un personaje, que se menciona
vagamente en la historia de Ulises, para cantar el fin de la obra.
Vale acotar
que su objetivo se cumplió, pues su libro ha sido leído en Roma y Turín, así
como asegura que se seguirá haciendo. Además, antes de los ejemplos, es
importante acotar que también existe una paratextualidad entre los títulos de
ambas obras, pues Bariccó traspuso el orden de las palabras, para nombrar a la
nueva creación.
La Ilíada; Canto I: La peste y la cólera.
Se narra la predicción de Calcante, que vaticina que la peste no acabará hasta que Agamenón no le devuelva a Criseida a su padre Crises, lo que desata la cólera de Aquiles que, intentando recuperar a Criseida, pierde a su amada Briseida. Al retirase de la batalla, Aquiles le pide a su madre Tetis que convenza a Zeus de que ayude a los troyanos, bajo la promesa de que no volverá a Troya hasta que la guerra no alcance a sus tropas. Es narrado en tercera persona y en verso de la siguiente manera:
Homero, Ilíada; Capítulo I: Criseida.
Alejado de todos los adornos que Homero coloca, Baricco narra en primera persona, a través de la voz de Criseida, cómo esta fue raptada y pasó a ser esclava de Agamenón, así como el episodio de la cólera de Aquiles, luego de que le arrebatan a Briseida.
La Ilíada; Canto IV: Los juramentos y Helena en la muralla.
Héctor discute con su hermano Paris por enamorarse de Helena y esconderse de Menelao, por ello, Paris decide desafiar a Menelao a un combate, bajo la promesa de que el ganador se quedaría con Helena. Paris es salvado por Afrodita y enviado a Troya junto a Helena, desencadenando la guerra. Homero lo narra con pocas intervenciones de la dama, centrándose en la figura de Afrodita, desde una tercera persona que lo relata tal que así:
Homero, Ilíada; Capítulo IV: Helena.
Por contrario a la versión original, aquí Helena narra en primera persona cómo vivió el combate entre Menelao y Paris, así como la presencia de una hilandera, que sustituye a Afrodita, y que la guía en su primer encuentro con Paris.
Varios troyanos son enviados a la morada de Aquiles para pedirle una disculpa de mano de Agamenón, ofreciéndole regalos, la devolución de Briseida y a cualquiera de sus hijas como esposa, suplicándole que vuelva a la lucha, pero este se niega, pues ya han despertado su cólera.
Homero, Ilíada; Capítulo IX: Aquiles.
Narra la petición de vuelta al ejército troyano y su rechazo, a través de una primera persona que expresa lo que siente y piensa.
Por último, una visión general del inicio del único capítulo que no parte de la Ilíada, que es narrado por Demódoco:
En definitiva, Alessandro Baricco realizó una reescritura de La Ilíada con un estilo contemporáneo, estableciendo una relación hipertextual con el texto original que se abordó a través de los ejemplos dados. Homero, Ilíada es un claro ejemplo de la teoría explicada, pues partiendo de una base, crea un producto nuevo, a través de una transformación simple, que le permite establecer un texto moderno, con una perspectiva nueva.
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